La biodiversidad es el nombre que damos a la variedad de toda la vida en la Tierra. De las bacterias a los babuinos, de las plantas a las personas: la variedad de vida en nuestro planeta es increíble.
Todos los seres vivos existen dentro de sus propias comunidades o ecosistemas: océanos, bosques, desiertos, casquetes polares e incluso ciudades. Todo esto junto es la biodiversidad: el volumen de vida en la Tierra, así como la forma en que las diferentes especies interactúan entre sí y con el mundo físico que las rodea.
La palabra biodiversidad es una contracción de «diversidad biológica». El concepto es amplio y complejo, pero esa complejidad es la que hace de la Tierra un lugar perfecto para que vivan los seres humanos.
¿Por qué necesitamos la biodiversidad?
Los seres humanos dependen de la biodiversidad para sobrevivir. Estamos entrelazados en un gran sistema natural, y cada elemento apoya y permite que todos nosotros prosperemos.
Es fácil ver por qué los humanos necesitan la naturaleza: necesitamos agua dulce, aire limpio y plantas y animales para alimentarnos. Pero lo que necesitamos específicamente es la biodiversidad. La naturaleza que nos rodea no es suficiente: necesitamos un mundo natural complejo, resistente, próspero y lleno de variedad.
La naturaleza tiene que ser capaz de hacer frente al cambio. Los diferentes animales y plantas de un hábitat ayudan a que ese lugar sea estable y sostenible. Los pequeños cambios tendrán menos efectos, lo que le permitirá seguir proporcionándonos lo que necesitamos.
Beneficios de los ecosistemas
Los beneficios que aporta la biodiversidad se denominan servicios de los ecosistemas. La biodiversidad nos mantiene vivos, pero también contribuye a que nuestras vidas sean saludables y seguras.
Los servicios de los ecosistemas incluyen bosques que disminuyen las inundaciones, costas que nos protegen del cambio del nivel del mar, humedales que regulan la contaminación y parques que alivian nuestra ansiedad.
Biodiversidad y riqueza de especies
Cuando hablamos de biodiversidad, solemos hablar también de riqueza de especies. La riqueza de especies es el número de especies diferentes en un área, una forma de medir la biodiversidad.
El estudio de la riqueza de especies nos ayuda a comprender las diferencias entre lugares y zonas.
Por ejemplo, la selva amazónica es muy rica en especies, ya que alberga 10 millones de ellas. Por el contrario, el desierto del Sahara es mucho menos rico, con apenas unos miles de especies.
Los científicos han descrito alrededor de 1,5 millones de especies, y la mayoría son insectos. Pero se cree que hay millones más que comparten nuestro planeta con nosotros.
Plumas de contorno y coberteras de la cola de varias especies de aves. Estos ejemplares se conservan en la colección del Museo.
Especies en peligro y extinción masiva
La pérdida global de biodiversidad puede acelerar la extinción. Cada vez más animales y plantas se enfrentan a un futuro incierto.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) es la autoridad mundial sobre el estado del mundo natural. Mantiene una Lista Roja de especies en peligro, un importante indicador de la salud de la biodiversidad mundial.
En la actualidad, más de 30.000 especies están catalogadas como amenazadas de extinción, lo que supone el 27% de todas las especies evaluadas.
Sabemos que millones de especies ya se han extinguido a lo largo de la historia del planeta Tierra. Los índices de biodiversidad siempre han sufrido altibajos. De hecho, al menos el 99% de todos los organismos que han existido se han extinguido. Los investigadores coinciden en que ya se han producido cinco grandes eventos de extinción masiva, incluido el que acabó con los dinosaurios hace 66 millones de años.
Sin embargo, las tasas de extinción se han acelerado a medida que las poblaciones humanas siguen creciendo, y muchos científicos sostienen que estamos viviendo una sexta extinción masiva. Esta vez, la culpa es del ser humano y no de los fenómenos naturales.
La diversidad de especies en más de la mitad de los ecosistemas terrestres es ahora críticamente baja.
Un descenso del 20% se considera en general el umbral a partir del cual la contribución de la biodiversidad a los servicios de los ecosistemas se ve comprometida. Se calcula que más de una cuarta parte de la superficie terrestre de la Tierra ya lo ha superado.
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